Crear un concepto muy personal de farmacia. Generar un espacio vivo, que trasmite proximidad, cercanía, transparencia, emoción y sentido de pertenencia. Conseguir adecuar el espacio existente a todas las necesidades de la farmacia y dotarla de alma.
Con esta reforma integral se dio solución a muchas necesidades no cubiertas en el espacio: zona de trabajo bien definida, práctica y versátil, generar una sala de ventas mucho mayor con diferentes zonas y crear una zona de atención personalizada. La máxima del proyecto era que la imagen de marca ya creada FarmaCelta y su esencia debía permanecer pero muy mejorada transmiento los valores de cuidado integral cuerpo, mente y espíritu, así como la cercanía y el sentimiento de pertenencia a una tierra y comunidad. Se ha conseguido un espacio completamente atemporal, único y personal que transmite los valores, misión y visión de estos farmacéuticos y su unión con la comunidad.






